Un hombre de 34 años, oriundo de Berazategui, fue detenido este miércoles tras cometer un robo a mano armada y tirotearse con la policía. Había sido beneficiado con arresto domiciliario pese a que su condena finalizaba en noviembre de 2020.
Se trata de José Eduardo Magri, quien salió de la Unidad Penitenciaria N° 7 de Azul el 17 de abril pasado. Quien ordenó la prisión domiciliaria es la jueza Julia Márquez, del Juzgado de Ejecución Penal N° 1 de Quilmes, quien en los últimos días fue noticia por oponerse a otorgar esos beneficios a los reclusos que corren riesgo de contagio dentro de las cárceles bonaerenses.
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Según se informó, Márquez otorgó la domiciliaria dado que el detenido padecía tuberculosis. Para la jueza “la situación descrita en el informe (médico) permite incluir al nombrado en aquello grupos que conforme el criterio establecido por las autoridades sanitarias presenta un mayor riesgo frente al COVID-19”.
Este miércoles, cerca de las 9 de la mañana, Magri y tres sujetos más ingresaron por la fuerza a una vivienda ubicada en Caxaraville al 1700, en Ituzaingó. Allí tomaron como rehenes a los cinco miembros de la familia, a punta de pistola. Sin embargo, una de las víctimas logró llamar al 911 y alertar sobre lo que ocurría.

En el lugar se presentaron efectivos de la Policía Bonaerense quienes, al notar que la puerta había sido forzada, ingresaron con sus armas en mano. En ese momento la banda inició un tiroteo en el cual uno de los agentes recibió tres disparos en el chaleco antibalas.
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De inmediato, la banda huyó por los techos de las viviendas contiguas, lo que fue alertado por los uniformados. Éstos comenzaron una persecución a pie, que terminó con tres de los delincuentes detenidos. El restante integrante de la banda, en tanto, logró escapar.
Por su parte, el oficial baleado, Maximiliano González, de la Policía Local de Ituzaingó, se encuentra fuera de peligro. Si bien recibió tres proyectiles en la región torácica, sólo padeció hematomas en el torso gracias a la protección que le brindó el chaleco.
Le dieron domiciliaria el 8 de abril por tener tuberculosis y ser un paciente de riesgo Covid 19. Hoy, con la complicidad de otros dos delincuentes cometieron un violento asalto y le dispararon a un policía que se salvó por el chaleco antibalas. Fue en Ituzaingo. pic.twitter.com/dc6AN4IGqm
— Mauro Szeta (@mauroszeta) May 13, 2020